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En hora buena, llega usted a Caleta del Sur, un esfuerzo conjunto por mostrar y defender, a toda costa, el arte gestado en este terrirtorio insular. Aquí podras encontrar, artículos, comentarios, poesías, cuentos, críticas y ensayos, así como informaciones y noticias sobre las actividades que realiza la filial de la UNEAC y otras instituciones en la Isla de la Juventud.

Miembros y amigos se han reunido en este esfuerzo para lograr que el quehacer pinero vea la luz, a través de un espacio alternativo y ágil. Quizás usted quede sorprendido ante el asombro de ver y conocer que en una pequeña Isla del Archipiélago cubano, haya una fuente tan vasta de sabiduría y entrega hacia el arte y la cultura, que hoy estamos convocados a salvar.

¡Esperamos de todo corazón que el esfuerzo no sea en vano!



viernes, 20 de febrero de 2015

LO VI LLEGAR UN DÍA….



Nelton Pérez en una de sus habituales tertulias en la sede de la UNEAC en la Isla

Por: Pedro Fariñas Grondona
 
Lo vi llegar un día a la oficina de Programación de Radio Caribe buscando trabajo como escritor de programas. Lo atendió con suma delicadeza la excelente asesora Teresita Freyre Gallardo. Me dije entonces: “Uno más…”. Me equivoqué del pi al pa: el personaje, demasiado alto y demasiado flaco, al cual el pelo ya la avisaba de la indetenible caída, comenzó a escribir muy buenos guiones radiales. Después se me perdió y supe por el “ekobio” Manolito Guillén que el demasiado alto y demasiado flaco andaba como Quijote, pero sin Rocinante, por Las Tunas. Allí conoció al Gran Guillermo (Vidal) y comenzó su carrera literaria. “Uno más” me dije otra vez. Pero volví a equivocarme. 
Nelton Pérez, Premio Alejo Carpentier en novela

Ganó premios. Se hizo del infaltable curriculum vitae –algo que detesto porque, al final, en una hoja de papel, el curriculum también sirve para limpiarse…-. Regresó a la Isla como miembro de la Uneac. “Uno más”…, bueno, ya se imaginan que me volví a equivocar. Comencé poco tiempo después  a tenerlo en cuenta, a leer sus libros, a oír sus comentarios –muchos de ellos llenos de una ironía exquisita-, a reírme de sus “serias” bromas. Para colmo, como para declararlo en mi yo como el mejor narrador pinero y uno de los principales intelectuales de este terruño, se aparece con el Premio Alejo Carpentier, y, nada menos, que hablando de Martí, del Pepe que se pasea por Nueva Gerona con su sombra inmensa y su vigencia vital.

Él, que sigue siendo demasiado alto y ya no tan flaco, sí con menos pelos que cuando llegó a Radio Caribe, no es mi amigo, aunque intercambiamos saludos, comentarios, chistes y chismes. Y sin traje esta vez, en seco, porque ya la “curda” la dejé a un lado, brindo por su éxito y porque este no es más que el primer paso para próximas conquistas y seguir engordando el curriculum…, ese que escrito en un papel, al final, también sirve para….
¡Felicidades, Nelton!