I
La Feria del Libro, en su edición número veinte, volvió a Nueva Gerona con el mismo interés de años anteriores. El Comité Organizador esta vez puso mayor énfasis en lo organizacional, aspecto que en las ediciones precedentes ha puesto en “peligro” el desarrollo feliz de la versión pinera del evento más importante de la literatura en el país.
Escuelas, centros de trabajo, área para los niños y los jóvenes, un área profesional con un diseño de conferencias y presentaciones, hicieron de la Feria un marco para el debate y la reflexión, para el conocimiento y el disfrute.
II
Si bien la Feria no satisfizo a todos, fueron menos los títulos que en años anteriores, sí se pudo constatar el interés del pinero por la lectura, por el intercambio con autores y personalidades de la cultura.
III
Nuestra versión de la Feria Internacional del Libro no ha quedado en los días programados, sino que el Centro Municipal del Libro y la Literatura organizó mini-ferias que se realizarán a todo lo largo y ancho del municipio, alcanzando poblaciones de difícil acceso –incluido el lejano Cocodrilo, antiguo Jacksonville-, ocasión propicia para que “nuevos” lectores se asomen a este mundo mágico de las letras y lo libros, sabedores todos de que la máxima de “Leer es crecer” es una verdad imprescindible para todos los cubanos, nosotros que también tenemos en la cultura un arma imprescindible para salvar la nación.
PALABRAS INAUGURALES DE LA FIL NUEVA GERONA
Hoy, 23 de febrero, comienza para nuestra Isla un nuevo capítulo de la Feria Internacional del Libro, en su versión número 20, dedicada a Jaime Saruski Millar, Premio Nacional de Literatura 2004 y Fernando Martínez Heredia, Premio Nacional de Ciencia Sociales 2006; así como a las Culturas de los pueblos del ALBA y al Bicentenario de la 1ra Independencia de América Latina y el Caribe; y con la particularidad de reconocer este año la obra y los aportes que ha hecho a la historiografía local, el historiador Juan Colina La Rosa.
Es una suerte de magia volver a tener en nuestra casa el Evento Cultural más importante del país; es una suerte también que la magia engalane los encuentros entre escritores, poetas y público lector; que las presentaciones, conversatorios, conferencias, sean agraciadas para el enriquecimiento cultural de todos. Es una suerte tangible saber que en las actuales circunstancias, en un mundo globalizado, envuelto en una de las mayores crisis económicas, al borde de una guerra de incalculable desastre; nuestro pequeño país, bloqueado y asediado siga manteniendo el proyecto de llevar la Feria del Libro a todos los rincones del país.
Es hora ya de agradecer, con el mejor de los gestos, tan elegante esfuerzo; aquí, en la tierra que ha visto como han transitado y le han cantado a ella cientos de poetas y escritores, desde piratas hasta románticos, surrealistas, naturalistas; pero todos enfocados en la perspectiva común y la emoción que hoy nos produce a nosotros la lectura de las obras que nos legaron. Nombres como Fernando Velarde, José Joaquín Lorenzo Luaces, los norteamericanos Hart Crane y George Allan England, Pablo de la Torriente Brau con su Presidio Modelo, Filiberto Ramírez Corría, José Soler Puig, quien gestó desde una habitación del Hotel San José, la primera versión de Bertillón 166, Milagros González, Alberto Serret, Ada Elba Pérez, Monchy Font, Paco Mir, entre otros muchos, que han hecho que nuestra tierra sea la más encantadora de todas las tierras.
Hagamos, pues, una reverencia a la sentencia martiana: Ser culto es el único modo de ser libres, sabiendo que el que lee nunca va a estar solo; dejemos pues, que a nuestros ojos lleguen las más hermosas imágenes. Leer es el mayor de los placeres, es asimilar las experiencias del hombre, sus puntos de vista, los testimonios de una época: latir con el Pequeño príncipe; amar con Romeo y Julieta; estar en el laberinto del General o imaginando a Macondo y su familia Buendía, en Cien años de soledad. Se trata, de ser más humano.
Muchas gracias y que sea Bienvenida la Vigésima Feria del Libro.
Nueva Gerona, febrero de 2011.
Palabras escritas y leídas por el poeta José A. Taboada en el acto
inaugural de la FIL de Nueva Gerona, 2011.
