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En hora buena, llega usted a Caleta del Sur, un esfuerzo conjunto por mostrar y defender, a toda costa, el arte gestado en este terrirtorio insular. Aquí podras encontrar, artículos, comentarios, poesías, cuentos, críticas y ensayos, así como informaciones y noticias sobre las actividades que realiza la filial de la UNEAC y otras instituciones en la Isla de la Juventud.

Miembros y amigos se han reunido en este esfuerzo para lograr que el quehacer pinero vea la luz, a través de un espacio alternativo y ágil. Quizás usted quede sorprendido ante el asombro de ver y conocer que en una pequeña Isla del Archipiélago cubano, haya una fuente tan vasta de sabiduría y entrega hacia el arte y la cultura, que hoy estamos convocados a salvar.

¡Esperamos de todo corazón que el esfuerzo no sea en vano!



viernes, 19 de diciembre de 2014

ENTREGAN PREMIOS DE LA CIUDAD DE NUEVA GERONA




Daniel Zayas recibe el Premio de la Ciudad                                    (c) Foto: Arturo Enamorado

Miembros del Jurado
Nueva Gerona, esa muchacha hermosa, joven y sonriente celebró sus 184 años en gala inaugural por la Jornada de la Cultura Pinera, a cargo del Sistema de Casa de Cultura. El momento fue ideal para dar a conocer los resultados del Concurso Literario Premio de la Ciudad de Nueva Gerona, correspondiente a este año. El jurado estuvo integrado por reconocidos escritores y poetas, entre los que sobresalen el narrador Jorge Ángel Pérez, el poeta Alberto Marrero y la escritora para niños María Elvira Fernández, así como Elena Corujo, Nelton Pérez, José A. Taboada y Julio César Sánchez, quienes decidieron por unanimidad los siguientes premios:



Elena Corujo lee acta
ACTAS DEL JURADO
[Ensayo]

El jurado en el género de ensayo, integrado por Jorge A. Pérez, Alberto Marrero y José A. Taboada, decidieron otorgar por unanimidad el premio: por el rigor conceptual y teórico en torno a la novela Paradiso, especialmente su capítulo XII, de José Lezama Lima, lo que demuestra una seria investigación sobre su mundo poético y su relación con las matemáticas, la geometría y en general la proporción como fenómeno físico-lógico. El ensayo argumenta y aporta nuevos enfoques sobre el amplio espectro de la refencialidad lezamiana y su vocación universal; a la obra “La era de Lezama: en la Espuela de Plata, el número de oro”  que concursó bajo el seudónimo de Logor y que corresponde al autor granmense radicado en la Isla, Eduardo Sánchez Montejo.

[Literatura para niños y jóvenes]
Jorge Ángel lee el acta del jurado infantil
Después de leer cada uno de los libros en concurso, nos reunimos los miembros del jurado, eso sucede siempre. Lo que no es muy común es que se llegue al acuerdo muy fácilmente y que no haya que recurrir a los encontronazos y las dilatadas discusiones. Esta vez no hubo afrentas y ninguno alzó la voz para usar el improperio. Era tan sosegado el ambiente que parecía de mentira, una manipulación de nosotros mismos. Y hasta fuimos al grano de inmediato. ¡Qué increíble! Como siempre hubo un primero, que levantó la voz y dijo un título, también anunció que le gustaba mucho ese libro y dio razones; que era originalísima la historia, y fue interrumpido entonces por el otro, que también pronunció un elogio, que era muy limpia la escritura, y depurada, eso dijo, y miro al tercero, para ser exacto, a la mujer, la única dama del jurado, y ella ni carta ni perezosa se pronunció también, primero con un mohín muy leve, con una sonrisita, para acotar más tarde “si supieran cuanto me reí leyendo esas páginas”, y soltó una carcajada tan alta y estruendosa, que parecía que se quebraría el suelo y también el cielo. El cielo quedó intacto, pero el suelo recibió una torta de cemento que cayó del techo y rompió el quinqué, el mismo que lleva siempre la mujer, cuando sale de su casa y hasta lo enciende porque le gusta el olor a keroseno. Pero esta vez sucedió lo peor, porque con la quebradura del candil se espantó el liquido inflamado y recorrió aquel cuarto del hotel, y se prendió el colchón, se achicharraron las sábanas, y creció el calor, la llama se hizo enorme, Jorge Ángel Pérez, que así se llama uno de los miembros del jurado, chilló nervioso: fuego, fuego; y Julio César Sánchez Guerra culpó a María Elvira Fernández, la única dama del jurado, de ser culpable del incendio, la pobrecita tan nerviosa parecía croar como una rana, y se justificaba diciendo que no era ella la culpable, que el verdadero culpable era el autor del libro, que era Conrado, que de verdad no era su nombre, era el seudónimo que usó para esconder su identidad, y más culpable rea el libro mismo, ese que contaba la historia de una “Familia inflamable”, el culpable de todo este desastre no es otro que el escritor pinero Daniel Zayas Aguilera. 
José A. Taboada, Nelton Pérez y Alberto Marrero

Daniel de 27 años de edad, hijo de esta ciudad de Nueva Gerona, dijo emocionado ante el público: “Este, sin dudas, es el que más he anhelado, me fue esquivo en otras ediciones, pero hoy estoy muy orgulloso, es el premio de mi ciudad. Lo dedico principalmente a mi madre Rebeca por su apoyo constante, y a la Isla, presente siempre en cada página que escribo”.

De esta manera quedó abierta la convocatoria para la próxima edición donde se concursará, en los géneros de poesía y cuento.