OBITUARIO DE MILAGROS PINO FU

Junio, sexto mes del año, entre otras muchas cosas, marcó una huella triste en la cultura pinera: Milagros Pinos Fu murió después de una enfermedad que le puso límite a su capacidad siempre creadora, su ilimitada fuerza para trabajar en disímiles proyectos artísticos, comunitarios y , sobre todo, humanos.

En los últimos tiempos anduvo al lado de Arnold Dixon, el eterno Sony, enfrascados en un proyecto de rescate de las tradiciones caribeñas en la Isla. Pero Mili era amante del bolero, de las canturías infantiles, amiga de Ada Elba -otra “viva” que reposa-, presidía la Fundación Nicolás Guillén, impartía clases en la Escuela Vocacional de Arte…y presta andaba a cumplir cualquier invitación o reto.

¡Cuánta entrega en mujer de apariencia frágil, de sonrisa difícil de encontrar, pero plena cuando se descubría! Una vez nos distanciamos, así es el mundo, pero, como de la nada, nos volvimos a acercar como si lo pasado fuera eso: cosa del pasado y no de este hoy en el cual debemos hacerlo todo para un mañana…

Me enteré de su muerte una hora después de su entrada al camposanto. Era el Día de los Padres y caminaba yo por las calles de Nueva Gerona con mi esposa, buscando una botella de ron para tomarla en casa. Pepe, el Presidente de la UNEAC, me comunicó la ida de Milagros. Me dolió perderla era joven aún, pues nació el 13 de marzo de 1962. Tenía, antes de enfermar, muchos planes por hacer. Así es la vida. En casa, junto a mi esposa y mis hijos, nos tomamos la botella de ron. Después llegó otra como por arte de magia. Quizás ellos, junto a mí, también brindaban por Milagros.

TALLER DE DANIEL MARTIN, UN ESCULTOR INQUIETO.

 A Daniel Martín Crespo, el Danie, es común verlo en disímiles proyectos y acciones. Daniel lo mismo hace un Rakú, modela una cerámica, monta una exposición, se “faja” con máquinas y martillos para terminar una escultura, o, buen conversador, te “suena” una conferencia gratis sobre Rita Longa.

Desde hace un buen tiempo, Daniel Martín Crespo, miembro de la UNEAC, del ACAA y no sé cuántas más, se ha empeñado, en impartir cursos, talleres, asesorías, conferencias y prácticas sobre el difícil arte de esculpir en mármol, máxime, como es sabido, cuando nuestro mármol, el pinero, no es muy “fácil” de trabajar en la nada fácil práctica de convertirlo en arte.

La Academia de Artes Plásticas Wifredo Lam, de nuestra Isla, lo tiene como un facilitador de renombre por los talleres de esculturas que imparte, tanto para estudiantes como para aquellos graduados que necesitan superación. Resultado de esos talleres, que comienzan con una parte teórica y terminan con una obra individual de cada tallerista, han sido, y son, las “expo” que Daniel y sus muchachos han montado en la sede la Uneac y en muestras colectivas de la Galería Marta Machado.

Sabedor del mérito maestro de crear y fomentar el arte, Daniel Martín Crespo se muestra siempre sencillo, afable y solidario. Asó lo ve Caleta del Sur y, herramientas en manos, queremos que lo vean nuestros seguidores, acompañado, eso sí, de algunos de esos seguidores.

DOS DE JUNIO, UN DIA ESPECIAL..

 [Imágenes del encuentro en la UNEAC]

Sucedieron cosas hermosas este dos de junio de 2011 en la Isla y, créanlo, en la UNEAC, tan pinera como esta hermosa tierra. Miembros de la Comisión del Parlamento Cubano relacionados con el Trabajo Comunitario nos visitaron. Como si fuera poco, Aida Bahr, santiaguera que ha hecho historia como Directora de la Editorial Oriente, como editora de esa propia editorial y, por si fuera poco, como escritora insigne, también andaba por acá. Los parlamentarios chequeaban, de alguna manera, el trabajo comunitario y tenían en la agenda un taller sobre la temática. Aida llegó a la Isla en su carácter de Vice-presidenta del Instituto Cubano del Libro.

La UNEAC preparó una pequeña gala que, en verdad, se engrandeció por varios motivos: por razones que ahora no vienen al caso, Aida fue invitada por Teresita Freyre Gallardo –Vice-Presidenta Primera de la UNEAC pinera- a conversar sobre la literatura cubana y la Bahr nos ofreció en apenas 20 minutos una conferencia magistral sobre la literatura, véase, en este caso, narrativa, cubana. Por si fuera poco, presentó uno de sus llibros. Sumemos a ello que el maestro Arnold Dixon, maestro Sony Boy, nos deleitó con esas canciones que conforman como un viejo correo del Caribe, unido a sus hijos Deysis y Tonic. Como el orden de los factores no altera el producto, nuestro Evelio González Carbonell y su grupo Carapachibey, regalaron un pasacalle sui-géneris, mezclando una exhibición de moda con el body-art y él mismo, Don Evelio, interpretando una impronta coreográfica vestida de una modernidad absoluta.

En verdad, esa noche del dos de junio, amigos, no fue “larga” en la UNAEC, apenas una hora con cuarenta y cinco minutos; lo sucedió en ella -¡maravilla del arte y el entendimiento humano!- sí fue grandísimo.

[Imágenes del Taller de Cultura Comunitaria que contó con la presencia del Vice-Ministro de Cultura Rubén del Valle]