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En hora buena, llega usted a Caleta del Sur, un esfuerzo conjunto por mostrar y defender, a toda costa, el arte gestado en este terrirtorio insular. Aquí podras encontrar, artículos, comentarios, poesías, cuentos, críticas y ensayos, así como informaciones y noticias sobre las actividades que realiza la filial de la UNEAC y otras instituciones en la Isla de la Juventud.

Miembros y amigos se han reunido en este esfuerzo para lograr que el quehacer pinero vea la luz, a través de un espacio alternativo y ágil. Quizás usted quede sorprendido ante el asombro de ver y conocer que en una pequeña Isla del Archipiélago cubano, haya una fuente tan vasta de sabiduría y entrega hacia el arte y la cultura, que hoy estamos convocados a salvar.

¡Esperamos de todo corazón que el esfuerzo no sea en vano!



lunes, 6 de octubre de 2014

CUENTAN QUE UN VIAJERO LLEGO UN DÍA A PELEAR POR LOS OTROS



Por: Julio C. Sánchez Guerra



“Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la estatua de Bolívar”…

El viajero era José Martí, quien comenzó sus días por Venezuela rindiendo honores a Bolívar, al mismo que  llamaría, “hombre solar”. Bolívar y Martí son de la estirpe de hombres antorchas, y su luz soporta la distancia de los siglos.

Ellos fueron libertadores y comprendieron como pocos en su tiempo, el peligro mayor de Nuestra América: La voracidad del gigante de siete leguas  plagando de miserias a nuestros pueblos en nombre de la libertad.

Los imperios que hoy intentan dominar al mundo no quieren que los pueblos tengan héroes, mártires, memoria histórica, como si cada lucha comenzara en nuestro tiempo desarraigada del pasado. Nos prefieren pueblos desnutridos de cultura y de respeto a la sangre que otros dieron por nuestra propia sangre.

Pero siempre hay hombres con decoro que llevan en sí el decoro de muchos hombres: Antonio, Gerardo, Ramón,  Fernando y René  son testimonio vivo del heroísmo. Héroes que defienden las murallas de la ciudad sitiada. Héroes con sueños  y familias. Héroes tras las rejas para que tú puedas respirar la libertad.

Ellos pudieron decir, de Cuba somos hijos y a ella nos debemos, pero prefieren la bandera: ¡De la humanidad somos hijos y a ella nos debemos!

Hay que rescatar la verdad: Nuestros Cinco Héroes, como los Tres Héroes de la Edad de Oro, entregaron la felicidad personal al servicio de las demás.

El gran poeta galés, Dylan Thomas, en versos desgarrados nos legó un mandato ético: “Rebélate, Rebélate contra la muerte de la luz”. En cada héroe, hay un rebelde de la luz.

Pareciera que Martí les habló a nuestros Cinco compañeros en aquella página memorable: “Ésos son héroes, los que pelean por hacer a los pueblos libres, o los que padecen en pobreza y desgracia por defender una gran verdad”·.

Puede que alguna vez un joven norteamericano escriba una historia que comience así: Cuentan que un viajero  llegó un día a mi país para pelear por los otros…Entonces, no harán falta las estatuas porque la dignidad será una hoguera en el alma de los pueblos.