El jurado
del Sexto Salón de Arte Erótico, integrado por Freddy David Rodríguez, José
Ramón González y Javier Negrín, convocado por la Asociación Hermanos
en la Isla de la Juventud, luego de
analizar todas las obras expuestas, acuerda:
PRIMERO:
Resaltar la calidad de las obras y destacar la participación en el Salón de los
artistas jóvenes que sistemáticamente contribuyen a animar el panorama cultural
del municipio.
SEGUNDO:
Otorgar las siguientes menciones: Por la solución minimalista con que logra
abordar una problemática que va más allá de lo erótico a través de la escultura
para El que no se encaja, de Carlos Ernesto Carmona. Mentón por la habilidad
con que logra mediante la cámara fotográfica captar la plasticidad del cuerpo
humano y por la sugerente metáfora que encierra la imagen para la obra de la
serie Causa o efecto, de Giskly Leyva. Tercera mención por la manera poética en
que una imagen común se convierte en un canto al amor con fuerza primordial a
la naturaleza y por la cuidada factura de la pieza para Ganas de amar de
Reinier Ceijas.
El Salón
concede un único premio y el jurado decido conceder un único premio por la
manera en que erotismo y violencia se imbrican en una obra donde lo morboso
provoca un inobjetable cuestionamiento de la naturaleza humana y por el
inteligente aprovechamiento de la escala en función del discurso y por
constituir un eslabón en la poética plástica del autor para la obra Danzarle a
las estrellas de Lisandro Iván Celles Mayo.
VI SALÓN
DE ARTE ERÓTICO
[Palabras del catálogo]
Por
fortuna nuestra, el calentamiento global experimentado por nuestro ecosistema,
parece haber tenido un efecto afrodisíaco en el calentamiento mental de los
jóvenes plásticos pineros, quienes desde la irreverente postura que los
caracteriza, repiensan el tema del erotismo en el arte, alejándose de los
esteriotipos y redundancias de las que ha sido objeto dicho asunto. El morbo y
la gozadera desbordan el espacio de la Galería Municipal
de Arte, a la altura de aquel Primer Salón, el cual constituyera un paradigma,
incluso más allá de nuestras fronteras. Pero pasó el tiempo y pasó no un águila,
sino un notable deterioro de los
presupuestos que legitimaron este salón, al punto de valorarse la posibilidad
de su desaparición. La presente convocatoria satisface con creces las
expectativas, lo mismo en el número de piezas como en su rigor y originalidad.
Y es que en una Isla tan erótica como la nuestra, donde el placer habita todos
los rincones, sería imperdonable prescindir de este tipo de salón, y a pesar de
que el éxodo nos ha robado una gran cantidad de excelentes creadores, los que
se quedaron junto a los muchachos de la Academia Wifredo
Lam, han prestigiado esta Sexta Edición, creando propuestas donde lo erótico
asume las más inverosímiles apariencias. De manera que vaya nuestro
reconocimiento a todos los participantes en este magnifico salón, que
redescubre el erotismo implícito en el cuerpo, la mente, la política, la
religión, la naturaleza o el espíritu, que canta a la belleza o el
desgarramiento, que evidencia uno de nuestros más distintivos rasgos de la
personalidad, porque como bien dice la frase popular “en este país se sufre,
pero se goza”.