La ciudad de Nueva Gerona, cantada por nuestros poetas en la página dos, desde hace varios meses sufre las consecuencias de la modernidad y, ¿qué pinero residente por acá no se ha quejado de un hueco, una zanja, el polvo y el fango según el tiempo y la lluvia? Resulta que ahora ya muchos sonreímos contentos por la nueva cara que va adquiriendo la ciudad con sus soterrados eléctricos y telefónicos ya prácticamente terminados y la primera parte del boulevar que diseñó Julio López Soto, arquitecto, miembro de la UNEAC, quien, en carácter estrictamente voluntario (donado, como dice él) se encargó de los proyectos y de estar ahí, en pie de obra, asesorando a unos y a otros. Tal vez en él se resuma el sueño de muchos pineros, el ansia de tener una hermosa ciudad.
Esfuerzos de constructores, de artistas, de autoridades del Partido y el Gobierno, una calle terminada, hermosamente terminada, de lo que será nuestro boulevar en un tiempo que todos aspiramos que sea breve, aún cuando sabemos de carencias, dificultades, de un mundo casi en guerra.
¡Ojalá que la cordura no caiga en saco roto!
Fotografías de FRANCISCO FONSECA LEYVA
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