La Feria Internacional del Libro y la Literatura en su versión número diecinueve, llegó a la Isla de la Juventud una vez más, en un esfuerzo grande de organizadores, gobierno, partido y otros organismos e instituciones del territorio pinero, en una ciudad, Nueva Gerona, cuya arteria principal –treinta y nueve o Martí– vive los rigores de una modernización de redes eléctricas y telefónicas soterradas, unido a una reparación capital del sistema hidráulico, razones por la cual la Feria esta vez se concentró en un espacio menor que en años anteriores, pero que no fue obstáculo para que la misma llegara al público habitual y que se mantuviera la tradición de llevar el libro, escritores y actores a centros de salud, de trabajo y escolares.
Por vez primera, y teniendo en cuenta la propuesta de la Filial de Escritores de la UNEAC en el municipio, la versión de la Feria pinera se dedicó a un escritor del patio, honor que correspondió al poeta, ensayista y editor José Antonio Taboada del Toro que, entre otras actividades, centró la atención en el Área Profesional –Sala Preámbulo del Museo Municipal– con su conferencia sobre las vanguardias artísticas rusas. Taboada del Toro, en homenaje realizado en la Galería Punta del Este de la UNEAC el día 23 de febrero de 2010, recibió la Orden PABLO PORRAS GENER, la más alta distinción que se otorga por los escritores y artistas miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la Isla de la Juventud.
Magaly Sánchez, Nerys Pupo, Jesús Guanche, Sergio Guerra y Anael Hernández, escritores e investigadores de renombre a nivel nacional e internacional, compartieron con el público pinero en diversos escenarios, al igual que la curadora y crítica de arte Corina Matamoros, quienes imprimieron con sus conferencias, conversatorios y presentaciones un sabor “especial” a esta edición de la Feria del Libro y la Literatura en la Isla de la Juventud. La sede de la UNEAC los recibió a todos. La AHS concentró sus actividades en el quehacer de los jóvenes. La Galería MARTHA MACHADO anduvo de fiesta con el Salón Municipal PABLO PORRAS GENER. El ICAIC nos brindó la posibilidad de ver cine ruso actual y hasta aquellos muñequitos soviéticos del Tío Stiopa. En fin, que la Feria vistió de largo a la capital pinera, aún cuando insatisfacciones hubo –sobre todo desde el punto de vista organizativo-, pero, en el resumen final hubo más satisfacciones que “dolores de cabeza”, máxime cuando muchos se empeñaron esta vez en hacer una próxima edición superior y con mayor calidad.
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