CELEBRACIÓN VERDADERA DE LA CALETA

Celebración verdadera y sincera, como se hace entre amigos, significó la “actividad” por el primer aniversario de Caleta del Sur, realizado en la sede la AHS el pasado 20 de octubre, fecha de por sí, por toda su carga histórica, importante y definitoria.

En la AHS nos reunimos jóvenes y menos jóvenes para hablar de La Caleta y su impronta en la información cultural que muchos buscan sobre nuestra Isla. Dimos a conocer que la versión WEB de nuestra revista, en INTERNET desde marzo de este 2010, ya ha recibido 1300 visitas, muchas de las cuales han dejado comentarios favorables sobre la información que se recibe. Fue una oportunidad para que periodistas de los medios pineros, entre ellos Carmen Torres –Radio Caribe– y Alexis Rúa –periódico Victoria– manifestaran sus criterios sobre el trabajo que se viene realizando; unos ueron favorables y otros no, pero en todos se sintió el agradecimiento por contar con un medio alternativo, bajo la tutela de la UNEAC, que refleje en el caber espacio lo que acontece culturalmente en la Isla.

Esta celebración, sin cake, sin velitas, sin diplomas ni reconocimientos “oficiales”, sí bien mojada por el ron, también fue el marco para recordar al poeta y amigo Manuel Guillén, justo a un año de su muerte. Allí estuvo su viuda Teresita Freyre Gallardo. Allí estuvieron sus nietos Hilary y Julio César. Allí estuvo Manolito con su mostacho quemado por el cigarro y su olor a ron. Fue un recordatorio alegre, sincero, sencillo, en el cual primó la franqueza que acompañó a nuestro Guillén, holguinero de nacimiento y aplatanado en la Isla como muchos de nosotros. Aquí Guillén escribió buena parte de sus versos; aquí Guillén crió sus hijos y tuvo a sus nietos, esos que pasaron a ser sus propios hijos, a los cuales protegió y cuidó hasta pocas horas de su partida, de esa partida de la cual muchos están esperando un regreso. Sabedores otros que cuando se parte así no hay regreso físico, sino la permanencia espiritual que distingue a los buenos, no lo sentimos encerrado entre estrechas paredes de cemento, en una caja con olor a humedad y forrada en viejas telas, sino que lo sentimos andar por las calles de Gerona, de Isla de Pinos, como siempre llamó a esta ínsula, metiéndose con unos y con otros, leyendo poesía en las esquinas y cogiendo esas borracheras del alma que lo dejaban maltrecho, pero amaneciendo cada día con el deseo de coger la otra, máxime cuando para hablar de pelota, mujeres y poesía, tiene que haber ron.

Así fue la noche, combinación de celebraciones diversas, pero unidas por la magia intensa de la poesía que siempre revolotea en la sede de la AHS y en los anfitriones Rafael Carballosa y Leonid Ávila.