Por Pedro Fariñas G.
Fotografias Gisklys Leyva y José A. Taboada.
NUEVA GERONA [mayo–4] 4.30 pm. Afirmo y confirmo que Paco Mir está contento. Voces nuevas como las de Liudis, Altinay, William, Danielito; ellos, los nuevos, junto a los maduros y amigos de noches y desvelos, de tragos y cigarros, de amores y desamores: Catalino, Taboada, Nelton, Carlitos, Enrique, Quintana… ¡verdadero jolgorio de letras en versos y en prosas para decirle a Paco que aquí estamos, unidos, sobre todas las cosas, por ese invisible hilo de la poesía y del amor a la Isla!
Tarde–noche del miércoles en la Galería “Punta del Este”, en la UNEAC pinera, la que Paco Mir también ayudó a fundar cuando la madurez de un grupo de creadores llegó al climax necesario para ello. Paco entonces paseándose entre nosotros con su bastón y sus pasos largos, cuando enfermo llegaba a todos lados, porque los pasos ciertos, los que dejan huellas, son las pasos del alma, no los físicos que se pueden medir en centímetros o metros. Quizás sea él uno de los gigantes “con botas de siete leguas” que de norte a sur y de este a oeste desandan la geografía pinera regando la semilla del verso y la cultura, esa que nos llega desde el siglo diecinueve como cubana y que Paco, guardián, defendió y protagonizó. Ahí están “los pinos nuevos” junto a los recios robles haciendo la obra de estos tiempos, tiempos que también son de Paquito, de otros y de todos.
Paco, amigo, siempre juntos como tú querías, más allá de cualquier diferencia, en la Isla, un símbolo invisible, lo será, de la virtud y el verso, por qué no también del verbo creador de hombres y mujeres que aquí siguen y que te ven caminar por las calles de Gerona, la nueva, la tuya y la mía, una vez más hecha tuya en esta lectura de poemas y cuentos en la Galería “Punta del Este”, la punta de tu coordenada perfecta.
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